Wounds (heridas)

02.12.2014 21:58

Las heridas sufridas en la infancia nos piden atención. Nos piden estar con ellas, en silencio, con entrega y compasión. Las llagas de la infancia un día supusieron un desgajo de la pureza, el ensombrecimiento del brillo interior. Capas y capas de defensas han sido necesarias hasta llegar a la edad adulta, momento en el que se muestran débiles y frágiles, suponiendo causa de fricción con las defensas de otros. En ese momento de debilidad, todo nuestro sistema de creencias se desmorona, sumiéndonos en una profunda crisis de valores, de identidad, turbulencia que lucha por no dejar las penurias al descubierto, como un animal salvaje en rebeldía. Si logramos permanecer con nuestra alma herida, es en ese punto de dolor en el que aparecen las respuestas, a veces en forma de alivio y amor extremo, amor entendido como energía que diluye las fronteras entre las personas, amor que comprende y trasciende, amor como energía sanadora que surge de nuestro Ser interior. Quedarse en el dolor, en la comprensión de nuestra coraza, en la compasión por la forma en que se gestó, nos ayudará  a  trascender  nuestras heridas, a ver más allá de nuestros condicionantes y descubrir que, por encima de toda nuestra querida sombra, hay una luz interior que nos alumbra siempre. 

Contacto

Internamente esolbab@gmail.com